Sí sé, hueón. Iba a escribir algo sobre mí. Para que me conocieran y hueás. PERO NO. Me arrepentí porque prefiero que me conozcan por lo que escribo. Lo hace más interesante y entretenido.
Hace rato que no escribía. Que no escribíamos. Tenía telarañas. Pero estamos de vuelta porque nos motivamos. Eaeaea. Un empujón era lo que faltaba porque, de mi parte, si hay que contar.
¡ADVERTENCIA!
Este no es mi mejor momento.
"Los amores juveniles son así. Obsesivos, absolutos: a todo o nada". Eso leí en tumblr esta tarde y me puse a pensar en esa maravillosa etapa de donde salen las mejores anécdotas pero que a veces deja la cagá. Porque somos adolescentes y la cagamos. Nadie nos enseñó a no cagarla. En el colegio no nos dicen "no tire con otra persona si está comprometido". A mi no me lo dijeron. Mi mamá tampoco me dijo eso. A mi mamá le preocupa que la niñita (esa soy yo) quede embarazada. Pero no puedo quedar embarazada de una mina. Y yo digo: "despreocúpate, mamá". Pero mami no sabe nada y sigue preocupada.
Ojalá que esta entrada no afecte a nadie. Espero que no. Espero mucho. Y dice así:Viernes. Castigada. Porque he estado castigada como desde Septiembre con pequeños períodos de libertad. Y tenía planes para ese día.
- Hablar con la Coni para solucionar nuestro "problema".
- Ir a buscar a mi hermana al colegio porque llegaba de su paseo.
- Ir a Claro a que me arreglaran el celular (CLARO DE MIERDA).
- Encontrarme con ella, verla un rato.
- Carrete en la casa de x.x.
Eso hice. Llegué al punto 4 de la To-Do List. Fue un encuentro casi casual y fortuito. Sabía perfectamente que iba a estar donde yo estaba. Hablamos. No estaba bien y ella me preguntaba que me pasaba. Yo respondía "nada". Así fue hasta que la fui a dejar al taller de poesía. Los conocía a todos. Bueno, casi todos. No conocía a su amiga de curso. Me despedí de ella deseando poder verla en la noche en la casa de la x.x.
Punto 5. La llamé para saber como llegar a su casa y me dijo que me esperaría cerca de su casa porque le era complicado decir como llegar. Eso hicimos. Nos fuimos a su casa. Bonita, grande y amplia. Estábamos solas en la casa. Pero hablamos. Hablamos de conciertos, de viajes, de animales. Al rato llamó un amigo de ella que iba en camino a la casa con otra niña.
Llegaron al rato y traían cerveza. Un pack. Las sacamos y las pusimos en el refrigerador pero dejamos 4 afuera. Había sed po'. Nos sentamos en el living y ella puso música. Continuó la charla. Llegó más gente. Llegó el Matías con su sobrina de la misma edad. Y llegó ella. Llegó con más gente. Los había saludado antes. Eran los del taller. Felicidad.
Pero miré la hora. Para mi madre a esa hora debería haber estado saliendo de una gala de Opera. No podía estar más tiempo castigada así que la llamé. Entré a la pieza de los papás con el Mati y ella. Mentí. Le dije que había salido de la gala y que me encontré por mera casualidad al Matías y a la x.x. en el centro y que me habían invitado a su casa a una "junta piola". Me respondió con un sutil no pero que en el fondo era como un desafío: te vienes a la casa ahora o pasas un mes más castigada. Puta la hueá. Yo me quería quedar pero no quería más castigo porque eso me impedía verla a ella.
Salimos de la pieza y yo cagá de pena miré la mesa. Me terminé la cerveza y fue ahí cuando me di cuenta que mi vaso de vodka estaba lleno. ¡DANGER! Sus caras cambiaron y me animaron para tomármelo al seco. De una. Me hice de rogar un poco y luego accedí pero no sola. Los 2 me tenían que acompañar. Y empezamos a tomar. Quedé mal. Se me corrieron los lentes de contacto y veía borroso.
Luego de eso subí a buscar mis cosas porque debía llegar cuanto antes a mi casa. Pero cuando me di la vuelta ahí estaba. La x.x. con su coquetería. Apagamos la luz. Cuento corto. Tiramos.
Bajé con cabeza a gachas y salí casi corriendo de ahí. Con cuea' me despedí. Con que cara la iba a mirar. Ella me acompañó a tomar el colectivo. Llegué a mi casa. Madre me esperaba despierta. Respiré hondo y fui a su pieza. Me recibió con un cordial "estás castigada". Palabra nueva. Me defendí a punta de mentiras. Pero salí ganadora.
El día siguiente es cuento aparte. El punto es que la cagué. No es la primera vez ni la última. Alguien tenía que cagarla primero y fui yo. Y la cagué feo. Aún pido disculpas y pido deseos cada una hora y un minuto para que las cosas sean como antes. Pero queda en el deseo. Creo que ahora sí entendí lo que me dijo el médico cuando era chica y me fracturé el brazo: tu brazo volverá a juntarse y parecerá estar como antes pero nunca será así porque ya lo quebraste una vez.
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ResponderBorrarhttp://www.youtube.com/watch?v=xdGilaNlshc
Borrarles dijeron que para que los huesos no se rompieran hay que tomar leche?
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