viernes, 14 de septiembre de 2012

La señora dice. ♀

En la mañana pensé en escribir otra cosa pero se me fue la idea. Algún día volverá. Como todas las cosas.
El otro día estaba estudiando lenguaje. Trataba acerca de la publicidad y la propaganda y como utilizaban los estereotipos a su favor y me puse a pensar en qué pensará la vieja de la esquina acerca de la juventud de hoy en día. Qué pensará el viejo del kiosco que nos vende los cigarros, el copete.
Piensan que somos unos descontrolados, que vamos por el mal camino, un camino alejado del Señor y no se equivocan. ¿Alguien quiere creer en algo que no existe? ¿Alguien quiere ir los Domingos a un lugar en donde, probablemente, el caballero que habla en frente de la multitud piensa en el sexo, en la pedofilia y en las tetas de la primera vieja que llega a la iglesia? Conste que tolero a todas las religiones. Igual son graciosos.
No sé ustedes pero yo me imagino a la señora hablando de la juventud. Al viejo no creo que le interese. Él ve fútbol sentado en su cómodo sillón y su plasma. Ahora hasta los viejos tienen más tecnología que la lolería. Pero ellos no ven Skins. Ahí si que quedaría la cagá. Se pasarían un montón de películas. Creerían que todas las reuniones piolas son iguales a las de ellos. La primera generación con la anoréxica, el fleto bailarín, la puta, el zorrón, el amigo del zorrón que no es ni la sombra de él, el drogo 24/7 y los infaltables pernos. Para que seguir con los demás, aunque igual son la raja ellos. 
Pero la verdad es que los carretes no son así. Falta mucho para eso po'. Faltan papás más despreocupados, lugares la raja en donde carretiar, el colegio más liberal porque ni en los municipales puedes ir con poquita ropa (como la Effy) y, obviamente, gente más rica. Que sea Made in Chile pero con todo lo que un extranjero puede tener. Porque, asumámoslo, siempre los extranjeros son más ricos que los chilenos. Ellos igual tienen lo suyo. Si tan quitados de gracia no son. Pero, puta que cuesta encontrarlos po'.
En fin. Ojalá alguien de los amigos se saque un carrete bien Skins, de esos que te da miedo ir pero que una vez adentro la gozas para que así la vieja sapa pueda decir: "Sí. Mi vecino adolescente es un descontrolado."
P.d.1: En el marco del dieciocho de Septiembre, les deseamos una felices fiestas patrias. Cuídado con la chicha, los terremotos y las empanadas, pero de esas que se comen. Y si va a tomar, pase las llaves, el celular y hágalo bien lejos del papá.
P.d.2: La próxima entrada la haré un poco más personal para que cachen quien es el ser humano que les escribe. 

martes, 11 de septiembre de 2012

La vida de un bisexual. (Introducción) ♂

Hasta ahora, mi vida se ha basado sólo en esto: mi identidad sexual...
Siempre supe que mi vida no era como la de cualquier otro niño. Sabía que no tenía los mismos gustos que mis compañeros. Ellos jugaban a la pelota, mientras yo prefería hablar y reír con amigas. Hoy, a mis casi 17 años, ocurre lo mismo: ellos un sábado normal salen en busca de chicas, mientras yo prefiero ir a la casa de algún amigo/a y pasarla bien... MUY bien.
Todo comenzó cuando tenía entre 8 y 9 años. Yo solía salir todos los días a jugar con mis vecinos. En esa época, eramos hartos... 12 aproximadamente. Todos eran muy buenos conmigo, la mayoría me querían como a un hermano más... pero había alguien, el primer alguien que supo sacar mi verdadero yo. Le pondremos 'F'. 'F' tenía 3 años más que yo. Él no demostraba su afecto hacia mi, pero le gustaba estar conmigo. Un día, fue a mi casa a jugar con una pista de autos que tenía, pero a los 5 minutos se fijó en una muñeca gigante -era casi de mi porte- que estaba en la pieza de mi sobrina. Me dijo que me quería mostrar algo. Me agarró del brazo y fuimos. Empezó a besar a la muñeca. No sabía lo que hacía, así que pensé que era normal. Luego me dijo que hiciera lo mismo. Lo hice. Me dijo que lo hiciera con él. Lo hice. Hice todo lo que me dijo, pensando que era lo más normal del mundo.
Así pasó, al menos 1 vez a la semana por dos meses, hasta que un día mi mamá entra a mi pieza y nos ve en pleno acto. Ella es ese tipo de mujer que no aceptaría a un hijo gay o bisexual. Apenas nos vio, echó de mi casa a 'F', y a mi no me habló durante todo ese día. Ahí me di cuenta de que eso no era normal. Supe que no era normal que me gustase alguien de mi mismo sexo.
De ahí, hasta el año pasado -mediado de los 15-, traté de reprimir todos esos recuerdos. Trataba de cambiar, pero no podía. Pensaba que al despertar, todo sería diferente, pero no.

Hoy, aunque mucha gente lo sepa, aún no admito abiertamente mi sexualidad, pero vivo al 100% mi vida.
Comúnmente es: Carrete + alcohol + drogas + besos y sexo...

Esta es una de las miles otras historias que me tocará vivir, porque soy joven, soy bisexual y no le hago asco al sexo.

Cachar o no cachar. He ahí el dilema. ♀

El carrete en la casa de la amiga siempre tiene desde el 0,0001% de cachar hasta llegar al 99,9%. Lo único que puede ir mal es que, en medio de la calentura, te diga "no tengo condón". Te quedas con las ganas y se acaba toda la magia. Las más calientes lo hacen así no más po'. A la vida. Como antes. Pero es que antes no te empapelaban con folletos en contra el sida, el embarazo adolescente y un montón de otras hueas.
Y mientras el otro hueón sigue con la lengua metida hasta la boca del estómago, tú sigues pensando en la remota posibilidad de sí podrías quedar embarazada. Te cagai la vida po'. En vola' ya ovulaste y no estas en período fértil. Tratas de recordar cuando fue la última vez que sangraste y empiezas a sacar cuentas. Pero no. Cagaste. Y tienes dos posibilidades: abstinencia o hacerte la hueona, asumir que eres una mierda en matemáticas y que te equivocaste en sacar la cuenta.
Acto seguido. Salen de la pieza con la calentura a flor de piel y con las ganas de que para la otra sí tengan condón.