Hasta ahora, mi vida se ha basado sólo en esto: mi identidad sexual...
Siempre supe que mi vida no era como la de cualquier otro niño. Sabía que no tenía los mismos gustos que mis compañeros. Ellos jugaban a la pelota, mientras yo prefería hablar y reír con amigas. Hoy, a mis casi 17 años, ocurre lo mismo: ellos un sábado normal salen en busca de chicas, mientras yo prefiero ir a la casa de algún amigo/a y pasarla bien... MUY bien.
Todo comenzó cuando tenía entre 8 y 9 años. Yo solía salir todos los días a jugar con mis vecinos. En esa época, eramos hartos... 12 aproximadamente. Todos eran muy buenos conmigo, la mayoría me querían como a un hermano más... pero había alguien, el primer alguien que supo sacar mi verdadero yo. Le pondremos 'F'. 'F' tenía 3 años más que yo. Él no demostraba su afecto hacia mi, pero le gustaba estar conmigo. Un día, fue a mi casa a jugar con una pista de autos que tenía, pero a los 5 minutos se fijó en una muñeca gigante -era casi de mi porte- que estaba en la pieza de mi sobrina. Me dijo que me quería mostrar algo. Me agarró del brazo y fuimos. Empezó a besar a la muñeca. No sabía lo que hacía, así que pensé que era normal. Luego me dijo que hiciera lo mismo. Lo hice. Me dijo que lo hiciera con él. Lo hice. Hice todo lo que me dijo, pensando que era lo más normal del mundo.
Así pasó, al menos 1 vez a la semana por dos meses, hasta que un día mi mamá entra a mi pieza y nos ve en pleno acto. Ella es ese tipo de mujer que no aceptaría a un hijo gay o bisexual. Apenas nos vio, echó de mi casa a 'F', y a mi no me habló durante todo ese día. Ahí me di cuenta de que eso no era normal. Supe que no era normal que me gustase alguien de mi mismo sexo.
De ahí, hasta el año pasado -mediado de los 15-, traté de reprimir todos esos recuerdos. Trataba de cambiar, pero no podía. Pensaba que al despertar, todo sería diferente, pero no.
Hoy, aunque mucha gente lo sepa, aún no admito abiertamente mi sexualidad, pero vivo al 100% mi vida.
Comúnmente es: Carrete + alcohol + drogas + besos y sexo...
Esta es una de las miles otras historias que me tocará vivir, porque soy joven, soy bisexual y no le hago asco al sexo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario